LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO DE CAMBIO SOCIAL

UN PARAÍSO, QUE FUE, EN LAS CALUROSAS NOCHES BARBATEÑAS


SÓLO LES SERVIMOS EN TANTO Y EN CUANTO SE SIRVEN DE NOSOTROS

Asistimos impasibles, no podía ser de otra forma, al renacer de un tipo de hombre (y mujer, ¡qué más da!) otrora venerado por determinados sectores sociales; y que yo particularmente creía olvidado, que pertenecía a un pasado no muy lejano pero olvidado al fin y al cabo. El  tipo de persona que no se detiene ante nada ni nadie.
Ha encontrado en esta sociedad, su perfecto caldo de cultivo, su hábitat natural, como antaño ya lo hiciera. Un hábitat que ha estado diseñando, como siempre lo ha hecho, y  ha esperado el momento propicio para dejarnos su tarjeta de presentación; como toda la vida ha venido haciendo.  Ayer mismo se confundía con uno de nosotros, hoy es otro, el que siempre fue. Desde su particular Olimpo ha estado oteando el horizonte; nos ha estado observando hierático, tampoco podía ser de otra forma, y ha lanzado sus redes en el momento adecuado. La especulación  siempre fue  su deporte favorito e ¡ingenuo de nosotros! Nos han cazado!  Siempre cometemos el mismo error, no nos damos, o no queremos darnos cuenta,  que nosotros sólo les servimos en tanto y cuanto se sirven de nosotros.
No son una raza nueva, no. Sencillamente sus métodos son más sofisticados. Sólo asoman sus “patitas de corderos” en periodo electoral, el resto del tiempo (los cuatro años siguientes), se ciñen sobre sus hombros el manto de armiño bajo el cual devoran las ilusiones de quienes hicieron posible que se los ciñeran.
Nos ha tocado vivir el resurgir de una sociedad a la que cada vez se hace más necesario combatir y está en nuestras manos hacerlo. Combatir con la única arma posible, con el arma más poderosa en manos del ser humano: LA EDUCACIÓN, algo que también nos quieren quitar y contra lo que hemos de luchar con la razón que asiste al que la tiene.
Asistimos al parto de un ser destructivo y maléfico cuyo único instinto de supervivencia pasa por destruir las esperanzas de los demás. Debemos darle caza  de forma urgente con  una revolución cuya semilla germine en las escuelas y dé sus frutos en todos los estamentos sociales.  ESTAMOS NECESITADO DE BUENAS GENTES, DE BUENAS PERSONAS EN EL SENTIDO MACHADIANO, DE GENTES HONRADAS QUE PUEDAN  DARLE LA VUELTA A ESTO.

¡UTOPÍA! D icen muchos. , es verdad; pero las utopías han sido siempre el alimento de los necesitados y ya sabemos que no sólo de pan vive el hombre.

Donde hay educación no hay distinción de clases.
Enviar fraseConfucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

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