DÉJAME QUE TE CUENTE UN CUENTO

Me gustaría felicitar la Navidad, como ya lo hiciera el pasado año, con un breve cuento. Es una de las muchas fábulas de Esopo, que como siempre algo nos enseña. He elegido ésta porque me ha parecido apropiada con los días que vivimos. Espero que os guste.

EL PERRO Y EL PESEBRE

Un perro que buscaba un lugar acogedor donde dormir se acurrucó en el heno de un pesebre.
¡Aquí dormiré a las mil maravillas!”, se dijo
Pero al poco rato entraron al establo los bueyes, que llevaban todo el día trabajando y tenían ganas de cenar. Cuando vieron al perro en su comedero, no tuvieron más remedio que despertarlo.

-¿Te importa salir de ahí? – le dijeron -. Llevamos todo el día arando la tierra y tenemos hambre.

A pesar de lo educado que eran los bueyes, el perro respondió con amenazas. Mostró sus afilados colmillos y empezó a gruñir con tanta fiereza que parecía que el pesebre estuviera lleno de huesos suculentos y pedazos de carne.

-¡Eres un egoísta! –exclamó al fin uno de los bueyes, alejándose del perro-. Ni te comes el heno, porque no te gusta, ni nos dejas probarlo a nosotros, que lo necesitamos para vivir.

Moraleja: "No le niegues a los demás lo que no puedas disfrutar".


Hasta luego.
Paco Gil (@PacoGilBarbate)


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